En los últimos años, cada vez más familias chinas eligenInmigración a Nueva ZelandaEn el pasado, la gente buscaba un entorno de vida estable y recursos educativos de calidad. Las historias de la vida real suelen ser más conmovedoras que los fríos términos políticos. En este artículo, compartimos la historia de una familia china de Shanghai que vive en Auckland.inmigrantesLa experiencia del asentamiento puede servirle de referencia e inspiración.
Primera vez en Auckland: expectativas y ansiedades al mismo tiempo
La pareja china, el Sr. Lee y la Sra. Wang, con un par de niños pequeños, pasaron por elemigrante cualificadomanera de instalarse en Auckland. Cuando llegaron, estaban emocionados y nerviosos a la vez. Estaban emocionados por pisar por fin la "Tierra de la larga nube blanca" de sus sueños; estaban nerviosos por el nuevo entorno lingüístico y el ritmo de vida desconocido que les hacía sentirse abrumados.
Durante los primeros meses, el mayor reto fue adaptarme al idioma y a los hábitos de vida. Hacer la compra en el supermercado, abrir una cuenta bancaria, encontrar una habitación de alquiler... a cada paso tenía que recurrir a programas de traducción y a amigos que me ayudaran". El Sr. Li confesó: "Cuando llegué, tenía que preparar un guión cada vez que hacía una llamada por miedo a que no me entendieran".
Recursos educativos: los cambios se notan más en los niños
Muchas familias chinas eligenInmigración a Nueva ZelandaLo más importante es la educación". La Sra. Wang está especialmente satisfecha con el ambiente escolar de Auckland. Cuando su hijo entró en la escuela primaria local, el ambiente en clase era relajado y los profesores animaban a los alumnos a expresarse en lugar de aprender de memoria.
Lo que más les sorprendió fue que su hijo, que al principio era introvertido, poco a poco se volvió alegre y confiado en Nueva Zelanda. Cuando participa en partidos de fútbol intercolegiales y concursos de oratoria, el niño puede tomar la iniciativa de comunicarse con sus compañeros, lo que hace sentir a los padres que la decisión de emigrar merece mucho la pena. La Sra. Wang dice: "La educación aquí ha enseñado a sus hijos a pensar de forma independiente, en lugar de centrarse sólo en las notas".
Trabajo e ingresos: de la adaptación a la estabilidad
Como ingeniero informático, el Sr. Lee sabía que había un enorme déficit de talentos en el sector neozelandés de las tecnologías de la información antes de emigrar. Cuando llegó a Nueva Zelanda, primero adquirió experiencia con contratos de corta duración, y luego encontró un puesto oficial a través de un sitio web de contratación. Aunque el salario inicial es un poco más bajo que en su país, es mejor porque la presión laboral es baja y puede pasar tiempo con su familia después del trabajo sin tener que hacer horas extra hasta altas horas de la noche.

La Sra. Wang encontró un trabajo a tiempo parcial como administrativa en un centro comunitario. Los ingresos no son altos, pero le da la oportunidad de conocer a más lugareños, mejorar su inglés y ayudar a su familia a integrarse más rápidamente.
Coste de la vida: estresante pero equilibrado
Los precios de la vivienda en Auckland son muchosinmigrantes recientesPreocupaciones. Al principio, la familia del Sr. Lee alquilaba un piso por unos 3.000 NZD al mes, lo que suponía un alto coste de vida en comparación con su país de origen. Sin embargo, con un empleo estable y una planificación financiera, empezaron a plantearse la compra de una vivienda. En comparación con el precio de la vivienda, consideran que los recursos públicos, como la alimentación, la sanidad y la educación, son más ventajosos en Nueva Zelanda.

El Sr. Li dijo: "Aunque los gastos son altos, la sensación general de felicidad es muy fuerte. Aquí se respira buen aire, el ritmo es lento y puedes llevar a tus hijos a pasear por la playa después del trabajo, algo casi inimaginable en casa."
Integración en la comunidad: un verdadero sentimiento de pertenencia
Para integrarse mejor, la familia del Sr. Lee participa activamente en las actividades de la comunidad. Ya sea una reunión vecinal o un servicio voluntario en la escuela, intentan participar en la medida de lo posible. Con el tiempo, los vecinos han llegado a considerarlos amigos. A medida que los niños juegan con sus amigos locales, su inglés mejora de forma natural y el círculo social de la familia se amplía.
Consideran que, en general, los neozelandeses son amables y tolerantes con las personas de distintos orígenes culturales, lo que les ha ayudado a encontrar poco a poco un sentimiento de pertenencia.
En resumen: la inmigración no es perfecta, pero merece la pena
Como se puede ver a través de la historia de la familia del Sr. LeeInmigración a Nueva ZelandaExisten tanto oportunidades como retos. No se pueden ignorar las barreras lingüísticas, el coste de la vida y el proceso de adaptación, pero en términos de educación, calidad de vida y ambiente social, Nueva Zelanda ofrece un entorno de vida ideal.
Como resume Lee: "La emigración no consiste en escapar, sino en buscar un estilo de vida que se adapte mejor a nuestra familia. En Auckland hemos encontrado esa paz y felicidad para nosotros".